26 febrero 2012, David Torres (COPENOA)
Repudian desde su cultura las actividades de megaminería por romper el equilibrio con la naturaleza. Denuncian a las multinacionales y a los gobernadores de provincia por avanzar sobre los territorios que les pertenecen legítimamente a los Pueblos Originarios desde tiempos inmemoriales. Denuncian además que en plena democracia se practica la “Criminalización de la protesta” y la aplicación de tácticas de “inteligencia” para logar consentimientos forzados individuales, sin respetar las organizaciones políticas originarias.
El Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO) sentó su posición frente Organización de Estados Productores Mineros de la Argentina.
Fellner señaló que uno de los objetivos es “lograr mayor valor agregado” a la producción minera de esas provincias y “buscar capacitar los recursos humanos generando mano de obra especializada”, además del “desarrollo de la minería social”.
El gobernador Francisco Pérez y sus pares de La Rioja, Jujuy, Salta, San Juan, Río Negro y Catamarca oficializaron en Buenos Aires la creación de la Organización de Estados Productores Mineros de la Argentina
En el encuentro, donde participó el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se analizó crear un marco normativo común para las producciones de minerales en todas las provincias donde se explotan ese tipo de actividad.
Desde lo cultural repudiamos estas actividades de megaminería por que rompen el equilibrio con la naturaleza.
Desde lo cultural repudiamos estas actividades de megaminería por que rompen el equilibrio con la naturaleza. Nuestra forma de vida y nuestra espiritualidad se contradice con este sistema de organización de la sociedad desde lo económico condenando a la miseria y la explotación los que no se integran a la “sociedad de lucro”. Somos Pueblos – Naciones Originarias con derechos reconocidos en el orden internacional por eso también reclamamos desde el ámbito legal que reconoce la cosmovisión de los Pueblos Originarios preexistentes a la creación de los Estados, como el argentino. En lo jurídico reclamamos la aplicación del CONSENTIMIENTO LIBRE PREVIO E INFORMADO que dispone el CONVENIO 169 DE LA OIT Y QUE EL ESTADO ADHIERE OTORGÁNDOLE RANGO CONSTITUCIONAL.
DENUNCIAMOS:
– Que intereses multinacionales buscan producir a bajo costo en territorio de Pueblos Originarios, sin prever las consecuencias globales a largo plazo.
– Que los intereses mineros se respaldan sobre las autonomías provinciales, que esgrimen los gobernadores provinciales, a la hora de avanzar sobre los territorios que les pertenecen legítimamente a los Pueblos Originarios desde tiempos inmemoriales.
– Que la consulta a los Pueblos Originarios en las provincias, no fue reglamentada para efectivizar la plena participación de sus instituciones y autoridades tradicionales.
– Que en plena democracia se practica la “Criminalización de la protesta” como así también la aplicación de tácticas de “inteligencia” para logar consentimientos forzados individuales, sin respetar las organizaciones políticas originarias.
EXIGIMOS:
– La aplicación del CLPI (consentimiento libre previo e informado)
– La plena participación de los Pueblos Originarios
– Terminar con la Criminalización de la protesta y el armado de causas a los dirigentes de los pueblos originarios.
– El reconocimiento de los Títulos de Propiedad Comunitarias.
– Por los antes mencionado expresamos que defendemos los derechos de la naturaleza por que nos sentimos contenidos dentro del equilibrio natural, y sobre todo por que la realidad muestra que “los derechos humanos individuales no bastan para garantizar la dignidad humana, ni memos de los Pueblos que viven en armonía con la Naturaleza”. Por ello nos identificamos como organizaciones de Pueblos Originarios, no defendemos intereses ecologistas, defendemos una forma de vida ancestral que privilegia la armonía con la naturaleza.
Fuente: Indymedia Argentina
Aqui les dejo un buen sitio sobre mineria en santa cruz: http://mineriarionegro.blogspot.com/
Existen opiniones encontradas sobre los efectos del cianuro y del mercurio en la explota-ción minera a cielo abierto. Un ingeniero en minas dijo que más peligrosos son los ácidos que se utilizan, que caen al suelo y pueden penetrar hasta encontrar una corriente de agua subterránea, desembocar en otras corrientes y así sucesivamente hasta llegar a pequeños afluentes de ríos, cuyas aguas servirían para el consumo humano, animales y riego de cultivos. En cuanto al cianuro, según una doctora en química, si es llevado por una corriente de agua, a los 40km deja de ser peligroso. Pero los diques de cola que, según dicen los interesados, están protegidos, me pregunto que puede pasar ante un cataclismo? Los impactos ambientales más notorios es el deterioro del paisaje, el peligro de la subsistencia de los glaciares que nos suministran el agua, que es vida, las detonaciones que ahuyentan la fauna de la zona, etc.
En lo económico, la provincia de San Juan recibe el 3% de lo declarado bajo juramento por la empresa extractora del oro y otros metales. Porcentaje que se reduce si hay un a-rreglo de camino u otro mejoramiento para el transporte. Se dice que otros países piden el 10% y a veces más. En vez de cianuro,el uso de cal (San Juan es productora) permitiría despejar las dudas de los efectos nocivos del cianuro.Pero la explotación sería más costo-sa. Además, el proceso de producción de metales no termina en suelo argentino sino que es trasladado al país de origen, donde queda el valor agregado. Todo esto que digo sur-ge de comentarios de diversas fuentes. Una de ellas dijo saber que el cianuro es trasladado en camiones, usando caminos muy transitados y pasando por zonas muy pobladas. La nafta también es rasladada en camiones por rutas principales. Avanzan a grandes velocidades. He llegado a contar siete camiones con el combustible, transitando uno detrás de otro, a veces separados por otros vehículos.
¿Cual es la verdad? Sospecho que hay intereses políticos que defienden y atacan la mine-ría a cielo abierto. También existen voluntades compradas: unas, los medios de comunica-ción, al brindarle a la empresa propaganda favorable; otros, porque trabajan para la em-presa,y por lo tanto, defienden sus intereses individuales. Salvo unos pequeños grupos de ambientalistas, el resto de la población calla, porque está de acuerdo con el espejismo de desarrollo que arroja la minería, o por temor a represalias, porque son agentes del Estado o, simplemente, se encuentran sin fuerzas para oponerse.
¿Cuá es la realidad? Me sigo preguntando. Es necesaria una versión objetiva. De lo que estoy seguro es que la empresa minera no practica una minería limpia. Toda acción del hombre genera algún impacto negativo. Con ese slogan, «minería limpia» se compra las voluntades de quienes desconocen que todo hecho humano tiene impactos positivos y negativos sobre la naturaleza y sobre los mismos seres humanos. El hombre ha avanzado técnicamente más allá de lo humánamente controlable. Si observamos otras actividades humanas, se puede avisorar un futuro previsible y nada alentador para el futuro de la humanidad. Estoy completamente persuadido que debería establecerse un amplio debate, sin tapujos, sin miedos, con la sola intención de alcanzar la verdad absoluta.
No tengo una posicion definitiva sobre el tema «extracción minera a cielo abierto». Pero hay aspectos de esa realidad que son bastante repudiables: recibir el 3% de una declaración jurada, traslado de combustible, cianuro, etc.